miércoles, 12 de octubre de 2011

Miedo...

Miedo a las cosas nuevas, a las cosas que quizá nos pillan demasiado jóvenes, pero por las que tenemos demasiada curiosidad... Esa primera vez, un paso tan importante, pero tienes ganas de sentir lo qué es, pero a la vez miedo de no estar a la altura. Te gustaría poder saberlo todo y hacerlo bien a la primera, sin necesidad de una torpe primera vez. Sin embargo, por otra parte, te mueres de ganas, tienes la persona que más quieres y con la que compartirías, sin dudarlo un segundo, tu vida entera. No es fácil, pero es lo que sientes, lo que quieres. Tienes miedo de cagarla, pero pensándolo bien, él tampoco lo ha hecho nunca... Tenemos ganas, nos amamos, ¿qué más se puede pedir? Perder el miedo, mirar con otros ojos lo que en realidad, es lo más natural del mundo. Algunos me criticarán, pero no tienen ni idea de lo que siento, de lo que le quiero, ni de lo segura que estoy. ¿Qué por qué quiero hacerlo? Porque quiero despertarme contigo entre mis sabanas, porque quiero amarte de otra manera, porque quiero que me hagas sentir la persona más especial del mundo, porque sencillamente, te quiero, y quiero demostrártelo de otra manera.

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